- Banco Mundial presentó estudio del sector agrícola revelando su alta y creciente productividad.
(Lima, 01 de marzo de 2018).- El sector agrícola ha sido y seguirá siendo un motor fuerte que da impulso a la economía nacional peruana, revela el estudio realizado por el Banco Mundial y que fue presentado hoy, con la presencia del viceministro de Políticas Agrarias, del Ministerio de Agricultura y Riego, Juan Risi.
El libro titulado “Tomando Impulso en la Agricultura Peruana” refiere que el aporte de la agricultura al PBI en el Perú es más alto que lo tradicionalmente medía.
“Del 2000 al 2015, el Producto Bruto Interno (PBI) agrícola en Perú, creció un promedio de 3.3 por ciento al año, más que sus pares regionales y estructurales”.
Asimismo se resalta que la productividad de la agricultura peruana ha ido creciendo permanentemente comparada con otros países de Latinoamérica, incluso desde 1990, se ha duplicado en relación a décadas pasadas, aumentando a una tasa promedio anual de 2 a 3%.
“En definitiva el crecimiento del sector agrícola ayuda a diversificar la economía y reducir la dependencia en las industrias extractivas no renovables, y puede ser un gran impulsor de la reducción de la pobreza en el Perú.” afirmó el director del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador Perú y Venezuela, Alberto Rodríguez.
Al respecto el viceministro Juan Risi, reconoció que el sector agrario ha dado un gran salto en su crecimiento en los últimos años y anunció que el reto es seguir creciendo de forma equitativa en la costa, sierra y selva del país.
En efecto, el estudio revela que la agricultura ha experimentado una transformación sorprendente en las últimas décadas, aunque aún con grandes contrastes regionales.
Se asegura que el crecimiento de este sector en la última década ha sido robusto a un ritmo de 3.3% anual, y ha permitido que muchos productos peruanos sean competitivos en los mercados internacionales. Sin embargo precisan que la productividad de la sierra y la selva no se equipara al de la costa, que creció en 7.2%.
Finalmente el documento del Banco Mundial identificó seis puntos de entrada para aumentar la productividad y la competitividad, que incluyen: promover la innovación, fortalecer la distribución de insumos y los servicios de asesoramiento, crear capacidad mediante educación y capacitación, mejorar la conectividad y el acceso a los mercados, promover los mercados de tierras, y facilitar la gestión de riesgos.