- La agricultura es fundamental para erradicar el hambre y la pobreza, así como la transformación rural inclusiva del sector agrícola
- El FIDA ha permitido financiar en el Perú 10 intervenciones en beneficio de 186,380 familias rurales (casi un millón de personas)
- Se resalta la ejecución de proyectos de “Sierra Azul” para enfrentar efectos del cambio climático
- El Niño costero ocasionó más de un millón de personas afectadas a nivel nacional entre 2016-2017
(Roma, Italia 13 de febrero de 2018).- Durante su intervención en el 41 período de sesiones del Consejo de Gobernadores del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), José Arista, expresó que el Gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski tiene el firme compromiso de disminuir la pobreza al 15% hasta el 2021, que incluye la meta de reducir la pobreza extrema al 1.5%.
“Para lograrlo, es necesario que la comunidad internacional reconozca que el Perú, y otros países de renta media, ameritan un tratamiento especial para superar los graves problemas que alimentan la vulnerabilidad, tales como la pobreza y fragilidad rural”, sostuvo el ministro en su alocución.
Arista recalcó que resultan elementos claves en el desarrollo agropecuario como el fortalecimiento de los programas productivos en el área rural, las iniciativas de incorporación activa de los jóvenes, de las mujeres, la inclusión financiera, la articulación de esfuerzos para el desarrollo de la agricultura y los territorios rurales.
“Según la OCDE, el 22% de la población mundial vive en contextos de fragilidad. Se estima que los 480 millones de pobres extremos que el 2015 vivían en contextos frágiles, se incrementará a 542 millones en el 2035. La fragilidad de esta población intensifica la pobreza y socava las oportunidades para que individuos y sociedades puedan salir de ella, y asimismo, la pobreza genera mayor fragilidad”, expresó.
Por esta razón, el ministro fue enfático en puntualizar que la agricultura es un sector fundamental para erradicar el hambre y la pobreza; y la transformación rural inclusiva del sector agrícola es una de las claves para abordar las causas profundas de la vulnerabilidad y la fragilidad.
CAMBIO CLIMÁTICO
En su discurso, el ministro reconoció que el Perú es uno de los países más vulnerables al cambio climático, donde se ha observado los impactos del calentamiento global en los glaciares andinos causando la pérdida de más del 40% de su superficie. “Esta situación afecta una valiosísima reserva de agua dulce, esencial para el consumo, la producción, la generación energética, la integridad de los ecosistemas, entre otros”.
Para revertir dicha situación, el ministro Arista subrayó que el Gobierno del presidente Kuczynski viene impulsando programas como “Sierra Azul”, cuyo componente más importante es la siembra y cosecha de agua, así como los programas de Riego Tecnificado, Ganadería Altoandina, entre otros.
Del mismo modo – expresó- que el ministerio a su cargo tiene en marcha un conjunto de acciones para enfrentar los eventos extremos originados por el cambio climático, a través de sus programas de prevención, atención a la emergencia y, rehabilitación y reconstrucción.
Por ejemplo, citó que la presencia en nuestro del “Niño Costero” en los años 2016 – 2017, que afectó a más de un millón de personas y ocasionó la pérdida de alrededor de cien mil hectáreas de cultivos. “Por ello, estamos trabajando a través de programas de prevención, atención a la emergencia y, rehabilitación y reconstrucción”, acotó.
APORTES DEL FIDA
El ministro José Arista reconoció el trabajo del FIDA, que llega a zonas donde otras instituciones no han llegado, está presente en el Perú desde 1980, impulsando proyectos en favor del desarrollo rural sostenible. “A lo largo de esos años, ha financiado 10 intervenciones, que han beneficiado a 186,380 familias rurales, casi un millón de personas de las zonas más pobres del país”, remarcó.
“El Perú ve al FIDA como un socio estratégico, eficiente y confiable en la lucha contra la pobreza en el ámbito rural, no sólo por la trayectoria de trabajo conjunto y coordinado, sino por el impacto positivo de sus estrategias y programas. Nuestro país ve, con enorme satisfacción, el reforzamiento de las oficinas subregionales del FIDA, particularmente de aquélla ubicada en mi país”, subrayó.
“El Perú ve al FIDA como un socio estratégico, eficiente y confiable en la lucha contra la pobreza en el ámbito rural, no sólo por la trayectoria de trabajo conjunto y coordinado, sino por el impacto positivo de sus estrategias y programas. Nuestro país ve, con enorme satisfacción, el reforzamiento de las oficinas subregionales del FIDA, particularmente de aquélla ubicada en mi país”, subrayó.
El titular del MINAGRI resaltó los resultados tangibles y la valía de los aportes de las intervenciones del FIDA que han sido reconocidos por el Estado Peruano, en la Mesa Redonda Nacional con la que culminó la Evaluación del Programa País del FIDA, así como la apropiación de proyectos a través del cofinanciamiento de entre el 50-60% de los mismos. “El último Proyecto de Mejoramiento de los Servicios Públicos para el Desarrollo Territorial Sostenible en el Área de Influencia de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, genera gran expectativa en el país, entre otros, por sus efectos en la lucha contra el narcotráfico”, finalizó.